Bienvenid@s!

Bienvenid@s a mi lucha, espera, alegrías, lágrimas y esperanzas en mi deseo de ser madre.

domingo, 30 de noviembre de 2014

María y Alicia

Es domingo por la tarde. Hace ya un buen rato que mis padres se fueron, esta vez les ha costado mas que nunca arrancar irse, porque no dejaban de mirar como dormían juntitas en la minicuna mis dos trocitos de cielo. Y como les comprendo! Yo no dejo de observarlas a todas horas, no ya por los miedo de padres novatos, como si del anuncio ese de la tele se tratase ( "..estará bien? respirará?" ...) sino porque se me pasan las horas viendolas dormir, ya sea acostadas o entre mis brazos.

Cuando la gente me pregunta por ellas, por la calle o en visitas, y les dijo que casi tienen las tres semanas, a veces me parece increíble que hace menos de un mes estuviera ingresada, con un barrigón del quince, esperando a que las peques ganaran peso. Hoy he repasado con mis padres esas fotos, las del día del parto, la de los últimos dias de embarazo y los primeros de vida de mis reinas de la casa...y ya me parece que se me escapan los dias como arena de playa entre las manos.

Mi vida ha cambiado....ha cambiado tanto!! La gente me dice que pobres de nosotros, tener que levantarnos cada tres horas a dar biberones, y por partida doble! Y cuando lloran a la vez,...y cambios de pañales!!... pero si nos vieran por un agujerito se darían cuenta que hacemos todo eso ojerosos, cansados y hasta aveces agotados, pero llevamos una sonrisa tan enorme a todas horas que creedme que todo compensa. Nos hemos visto en fotos y tenemos tal felicidad que supera cualquier signo de cansancio, de verdad, que nunca no hemos visto tan felices como lo ahora!

Todos nos dicen que las niñas son unas muñequitas y, claro, nosotros cada vez mas hinchados de orgullo de padres, porque además de eso, son buenisimas, con sus días malos, como todos, pero que comen, les hacemos carantoñas y se duermen hasta la siguiente toma. Y si alguna no quiere dormir, te pone caras y entonces estamos perdidos, nos llevamos las horas sentados en el sofá y con ellas entre los brazos, y el mundo se detiene para nosotros.

María es la más pequeña y fue la primera en nacer. Tiene unos grandes ojos azules que iluminan mi vida cada vez que me mira. Los abre de par en par y lo mira todo, sin perder detalle, igual que el día que nació. Ella vino al mundo discreta, sin llorar, con sus ojos bien abiertos, como si no quisiera perderse ningún detalle de lo poco que lleva vivido, como me pasa a mi, que no me quiero perder nada de estos maravillosos dias. Es muy rubia y muy pequeñita, pero ah amigos, las apariencias engañan! porque cuando María dice de eructar tras la toma...parece que se va a dar la vuelta como un calcetin! jajaja Ella es tranquila, le gusta comer a su ritmo. Ella come, descansa, come, toma aire, descansa, come,... Hace pocos dias a aprendido a sonreir, que ya se le estaba adelantando la hermana, y te pone una boquita de piñón que irremediablemente te tienes que reir. Es la primera en dormirse y la primera en despertarse y, aunque le encanta quedarse dormida en brazos de su mamá, entiende que solo sea un ratito porque le toca ahora comer a la hermana. Cosas de las hermanas mayores!

Alicia es mayor en tamaño. Tiene la cara regordeta y pone unas muecas que enamoran a todo el que la mira. Le encanta ir de brazos en brazos, y acurrucarse entre la bata de mamá después de comer, agarrarse al filito de la ropa de mami y asi, agarrada, quedarse dormida. Como por las tardes noches le dan los colicos del lactante el resto del día se porta muy muy bien, porque sabe que a la tarde van a tener que echarle paciencia. Alicia se parte de risa en sueños, y se rie cuando llora y la cojes en brazos, como si dijera " jeje, lo conseguí". Ella come muy rápido, devora el bibe pero lo hace para hacer una larga sobremesa de cariñitos en el sofá, hasta que cae rendida dormida y se deja acostar. Pone unas caras que hace que me derrita de pura ternura y su cara de cuando está agustito....es literalmente la descripción de estar en la gloria!

Maria y Alicia son dos amores, dos pequeñas reinas que duermen juntas en una minicuna junto a su mamá, que crecen por dias y a su madre le da un pellizquito en el corazón cuando piensa en el dia que no quepan juntas para dormir. Maria y Alicia tienen enamoradas a todo el bloque de vecinos, a toda la familia, a las amistades, a la gente que encuentran en sus paseitos al sol. Son dos trocitos de cielo que iluminan la cara y la vida de sus padres, que repetirían todo lo pasado una y mil veces si hiciera falta, porque la recompensa es tan grande que no se puede expresar con palabras.

Cuando la felicidad es tan grande que no se puede describir. Cuando la felicidad es tan hermosa como sencilla, como decir María y Alicia.


lunes, 17 de noviembre de 2014

11/11 El día que mis lágrimas fueron de felicidad

Me parece increible escribir esta entrada. Apenas he puesto dos letras las lágrimas han empezado a inundar mis ojos, pero hoy esas lágrimas son de felicidad, porque a mi lado, mientras os escribo, tengo a mis niñas durmiendo una junto a la otra, acurrucadas, sin saber el largo camino que sus padres han tenido que recorrer para darle los millones de besos que ya les hemos dado y los miles de millones que vendrán.

Los monitores mostraban cada vez mas contracciones, yo cada vez mas pesada pero feliz porque parecía que la pequeña ganaba algo de peso,...y llegó el día 11. En un control el médico, al ver que la peque no ganaba ya tanto y que yo perdía fuerzas, me dijo:¿Y tu marido? - Pues ha ido a llevar a mi suegra a su casa. - Vaya hombre, pues dile que vuelva, porque te bajamos ya a partos - Pero...vamos a ver, el parto para cuando?  - Pues yo diría esta tarde u esta noche y natural.

Que cara tendría que el matrón de la lado se empezó a reir y me dijo: vaya si te ha cambiado la cara! y yo pensaba: y mi vida!

Hecha un manojito de nervios llamé a mi marido y le dije que volviera, mientras recogía todas mis cosas después de tantos días allí. Llamé a mis padres para darles la noticias: donde estais?? - en el super, porque? - pues compradme un paquete de pañales y avisad a mis hermanas, porque me bajan a partos.

Me bajaron y mientras esperaba la analítica de la epidural dilaté hasta 4-5cm...En ese paritorio, con la oxitocina, iba llegando el momento., y no dejaba la mano de mi marido. Ya con la epidural iba dilatando a buen ritmo, hasta que llegó el momento de la verdad. Llevaron a mi marido a la sala de espera porque según nos dijeron al estar preparado la segunda opción de la cesárea por ser gemelar no podía pasar. Que rabia nos dió!....y me llevaron al quirófano.

La gente entraba y salía y yo pensaba para mi que no podía ser verdad lo que ocurría. Un chico muy simpático hablaba conmigo, explicándome que empujara cuando él me decía aunque no notara nada....

Y a las 20:18 nació María con 1.920.....y mi vida empezaba a cambiar. La pusieron junto a mi cara " Mira tu niña! es una muñequita!!" y yo no paraba de darle besos mientras decía mi niña mi niña mi niña... Ella con los ojos muy abiertos, muy tranquila me escuchaba, y yo casi sin fuerzas no paraba de besarla.

A las 20:20 y tras otro dos empujones Alicia con 2.330 puso fin a diez años de sufrimientos, lloros y tristeza. Todo eso quedó borrado cuando me levantaron la cabeza para verla salir y un sonoro llanto irrumpió en la sala. Atrás las luchas, los negativos, las citas y las terribles betaesperas que acababan una y otra vez en negativos. Atrás las punciones y los dolores, las esperas y los miedos de ver que pasaban los años y todo quedaba igual. Todo quedó atrás.

Me volvieron a llevar a la primera sala, y allí aparecieron todos, la familia de mi marido, y la mía, porque afortunadamente a mis padres y a una de mis hermanas le dió tiempo a llegar. Pero recuerdo con especial cariño cómo, en cuanto ví aparecer a mi marido nos fundimos durante minutos en un enorme abrazo de lloros sin decirnos una sola palabra, no hacía falta, sólo nosotros sabíamos lo que había sido este camino y lo que significaba ver a nuestro lado a nuestras niñas tan tranquilitas, despiertas, como si nada hubiera pasado.

Los siguientes días nos ayudaron mucho las familias y rehicimos nuestras vidas para dar la bienvenida a nuestras niñas, aprendiendo como dos novatos a dar bibis, cambiar pañales,....bueno, sobre todo él, porque yo estaba físicamente agotada después de todo, el reposo y los puntos no podía ni mantener en brazos a alguna de ellas.

Pero poco a poco lo fuimos superando y desde ayer estamos en casa, una casa que por fin se nos está quedando pequeña por lo inunda todo biberones, gasas y pañales, ....y sobretodo FELICIDAD.


viernes, 7 de noviembre de 2014

Poquito a poco

19 días de ingreso y contando. Muchas veces pienso que afortunadamente mi cama da junto a la ventana y me distraigo viendo las nubes pasar, y cómo los gorriones se pelean con las cotorras, y estas con las palomas y estas con las gaviotas.

Me cuentan que fuera hace ya frío y se nota por las noches. Ya me dejan sentarme en el sillón e incluso dar paseos por los pasillos, uniendome a la ruta de las preñis y visitando a las vecinas. Esta mañana he amanecido resfriada, moqueando y llorando solo de un ojo: típico en mi! Menos mal que me dió tiempo a vacunarme de la gripe!

Ya estoy de 35+2 y desde hace esos dos días me han retirado la progesterona y he entrado en libre evolución: si me pongo por mi misma de parto seré otra mas como las que pasan a mi otra cama de la habitación, que llegan, dilatan y la bajan a partos.

Hoy han vuelto a ver a mis niñas. Ya les tenemos asignados los nombres porque, según el médico, el parto va a ser vaginal y todo indica a que será un muy buen parto, porque sigo con el cuello del útero casi casi borrado y dilatada de 2-3 cm.

Así que María, la primera en salir, la mas peque, es la que trae de cabeza al médico porque está tan encajada que han tenido que hacerme hoy una eco vaginal para medir la cabecita y sumarla a la dopler para ver como va. María está mas pequeña de lo que ellos pensaban así que no quieren provocar nada porque sería forzar un parto gemelar con prematuro.

Alicia, la segunda y la mayor en peso, ya supera los dos kilos y se encuentra con fuerza y energía, tanto para asombrar a alguna matrona al ver cómo mi barriga ae convierte en un saco de boxeo y sus patadas y bailes se ven de aqui para acá. Yo le digo que tenga cuidado con su hermana María, me acaricio la barriga y les canto una canción, su canción, la de mis niñas,  " Somewhere over the rainbow",....y se vuelve a dormir.

Mientras en monitores se refleja que están bien, que no sufren, y por eso el médico ha decido que mientras no me ponga de parto y en los monitores diarios salga que las peques están bien, vamos a intentar que María se ponga un poquito mas grande cada día.

Y yo, por mis niñas, lo que haga falta. Como si tengo que estar hasta la 37. Cada día falta uno menos para tener en mis brazos a mis niñas...