Bienvenid@s!

Bienvenid@s a mi lucha, espera, alegrías, lágrimas y esperanzas en mi deseo de ser madre.

jueves, 26 de julio de 2012

Y pasó Junio y llegó el día de la nueva cita

He estado perdida y desaparecida muuuchos días. He aprovechado que estos días el trabajo me acaparaba prácticamente todo el día para desconectar e intentar olvidarme ( aunque todas sabemos que es de mentirijilla ) de médicos, pinchazos y fechas. He leído los blogs y las buenas nuevas, pero no he querido ponerme al 100% porque si no no conseguiría mi objetivo, que era desconectar de todo hasta la nueva cita.

Esta mañana hemos vuelto a la clínica y, tras la revisión, me han encontrado un quistecillo de esos de sangre, como ya me pasó la anterior vez, pero este es más grande, vamos, el doble ( unos 40 mm ). El médico no sabía que hacer, porque si me mandaba de nuevo las anticonceptivas teníamos el riesgo de que se me volviera a "dormir" el derecho, como ya pasó la anterior vez. Así que prefiere esperar a que me baje la regla y, tras unos dos o tres días, volver a mirarme para ver si ha habido suerte y ha salido por si solo. Si es así, haríamos el protocolo corto (que nunca me he hecho) y si aún estaba ahí..pues ya veríamos ese día.

Así que hemos salido un poco tristones, porque parece que todo se va a volver a retrasar un poco más por culpa de ese quiste, pero bueno, a ver que pasa cuando volvamos por allí.

Como he contado antes, me he sumergido en el trabajo para olvidarme de todo pero os contaré algo que me pasó una tarde. Mientras trabajaba, un niño de unos 3 añitos, con una gorrilla y muy modernito vestido, me miró desde lejos y se me vino a mí con una sonrisa de oreja a oreja. Se me agarró a la pierna ( apenas me llegaba a la rodilla!) y empezó abrazarme como si si fuera alguien importantísimo en su vida y hacía meses que no me veía. Yo, bueno, imaginaros, me quedé en plan...este niño se ha equivocado! Subió la mirada y su sonrisa era tan espléndida y regalaba un amor que sentí tan dentro que no supe reaccionar. Me llevó de la mano hacia su madre y me dijo algo en ruso (según la madre me dijo quien era ella) y al ver que me reía me tomó de las manos y empezó a darme unos besos!! abrazos y besos! abrazos y besos! y yo..ay Dios mio, que alguien pare a este niño que me lo adopto ya!. La madre le tuvo que decir algo porque se sentó enfadado y me dijo en un español aprendisísimo: Hola, yo me llamo Maxim (creo recordar ) y al ver que yo le dije mi nombre, empezó de nuevo a reírse, aunque ya sentado regañado por la mami.

No tengo que contaros que, obviamente, tuve que entrar a llorar, porque sentí ese amor tan lleno y sentido e imaginar el día en el que sea mi propio hijo el que me dé esos besos...me da tantíiisima rabia que esté cada vez más lejano!

Me hago la dura, pero no lo soy, finjo que no me importa me duele tantísimo, hago un papelón cada vez que me preguntan, sonrío cuando escucho historias de embarazos y de nenes que hacen trastadas... pero por dentro, a cada segundo que pasa, mis deseos de ser madre están empezando a desesperarse.