Bienvenid@s!

Bienvenid@s a mi lucha, espera, alegrías, lágrimas y esperanzas en mi deseo de ser madre.

viernes, 1 de agosto de 2014

De como un cuarto lleno de cables se convertirá en un cuarto lleno de peluches

   Tras una semana de total tranquilidad ( y la que viene pinta igual ), nos hemos decidido y estamos en plena operación: transformación cuarto del ordenador a cuarto de las peques.

   Y no ha sido fácil, porque hemos tenido que luchar contra los miedos de " irá todo bien? y si empezamos y pasa algo?", contra la naturaleza masculinatranquilona de mi marido y contra mis agobios de que la barriga crece y no hay nada quitado de enmedio. Es lo que tiene estar de baja: yo con mucho tiempo libre y mi marido deseando llegar a casa y no hacer nada. Todo esto se fue acumulando, yo cada vez mas estresada, mi marido diciendo que había tiempo, que era una exagerá,....Yo deseando ir de compras o al menos ir mirando y él que espera a la eco, espera a que sepamos si son niño o niña, espera a... Hasta que un día todo explotó. Mis hormonas se aliaron con mi impaciencia y me pillé un berrinche tal que hace mucho no recuerdo, lloraba y lloraba a diciéndole a mi marido que pobrecitas mis niñas, que no tenían ni cuarto, ni carro, ni ropa! Que ya estaba llegando a la mitad de un embarazo normal y en la casa no se notaba nada, que si estaba agobiado con todo me lo dijera,....... recuerdo decirle todo eso sentada en el suelo junto a la cama, y también recuerdo como ese fue en el momento en el que reaccionó: se sentó junto a mi, me abrazó y me dijo que no me preocupara, que íbamos a empezar ya.

   Creo que los hombres, que ya de por si son distintos a nosotras, llevan el embarazo de otra manera, y a mi chico se le suma que es más tranquilo de lo normal y tiene un terrible miedo ( que no me dice ), a empezar a ser feliz y que no vaya bien la cosa. Nosotras, por nuestra parte, llevamos la terrible responsabilidad de que el embarazo vaya bien y notamos todos los dias 24 h que estamos embarazadas y cómo va avanzando, y nos da una sobredosis de realidad que no se lleva muy bien con lo masculino.

   Y si, al dia siguente mi chico cambió de la noche a la mañana: nos fuimos a llevar la baja a mi trabajo y compramos ropa para las niñas y peluchitos para la cuna, estuvo mirando los bodys, preguntándome esto que es y esto para que sirve,... me acaricia la barriga y les habla, miramos cortinas y debatimos si pintamos el cuarto, llama a su prima para ver si nos puede dejar el carrito gemelar que ya no usa,..... y al verle así, ahora si, tan implicado yo por fin me he relajado y empiezo a disfrutar de mi nueva etapa de vida: ser papás.

   Y en esa fase estamos ahora, convirtiendo un frío cuarto de ordenador, lleno de cables y papeles, en el precioso cuarto de mis niñas, intentado que sea bonito pero no cursi, intentando huir de hello kittys y rosas aunque al final algo habrá. Por ahora ya tenemos elegidas las cunas y comprado el armario, y las tardes me las paso vaciando las estanterías: para tirar, para regalar, para guardar. Yo misma me he quedado impresionada de cosas que he ido guardando durante todo este tiempo, que por aquel entonces me parecían importantes y que ahora, con nuestro nuevo objetivo, las miro y digo que no tienen cabida en nuestra nueva vida. Como vamos pasando por fases, cómo nos cambian las perspectivas!

   Como nota curiosa he encontrado unos papeles de una revisión del gine de los primeros análisis que nos hicimos, cuando allá por el 2002, empezamos a buscar creyendo que con dejar de usar preservativos me iba a quedar,........y pasaban lo meses donde nuestra ilusión iba bajando poco a poco al ver que la cigueña no paraba por nuestra casa y que quizás, tras la mudanza que por aquel entonces era inminente, se acordaría de nosotros. Y como muestra las revistas de bebés que he sacado de esa caja, si, del 2002,........que de tiempo hace que queríamos ser papás y que de cosas hemos tenido que pasar, sufrir y luchar hasta hoy, y seguimos en la lucha para que todo salga bien.

   Por eso estoy sacando fuera de nuestra vida todo ese pasado, no quiero nada. Dejo los recuerdos mas infantiles que guardo con cariño o aquellos que conforme iba sacando me regalaban una sonrisa en vez de una triste mueca, y creo que me está sentando muy bien. No hay que atesorar el pasado, hay que recordarlo y aprender de el para construir un bonito futuro.

   Y mientras mis peques se hacen grandes, las noto a diario y ya me dan esos pequeños disgustos cuando pasa toda una tarde y no noto como se mueven o juegan a fútbol aquí dentro. Les hablo a diario, paseo, hablo con las vecinas que me dicen que tengo el guapo subido, me río de las caras que ponen los extraños por la calle cuando su rutina visual es: barriga-pero que canija está-pero ese barrigón..-si no tiene tetas!-que canija-barrigón.....les veo que entran en un bucle y me río, si señores mios, estoy canija, plana como una pared y embarazada de mellizas! toma ya! jajaja

   Cómo saco la ropa de verano, encuentro ese vestido tan fresquito que me compré que me estaba algo grande, para estar por casa,...
y me está tan justo que dentro de nada espero no poder ponermelo
:)