Bienvenid@s!

Bienvenid@s a mi lucha, espera, alegrías, lágrimas y esperanzas en mi deseo de ser madre.

domingo, 19 de octubre de 2014

Hace un año, hace una semana, hace unas horas

Hace un año, aproximadamente, estábamos mi marido y yo sentados en el despacho del doctor de la antigua clínica, escuchando las posibles causas del nuevo negativo que acabábamos de tener.

Recuerdo con especial dolor ese negativo porque vino tras unas relajadas vacaciones en las playas de Almería, donde pasamos gran parte de la betaespera y donde creí como nunca que estaba por fin embarazada. Las nauseas, los mareos, los ascos a algunas cosas, llegar a la beta sin manchar,.... hubiera dado mi mano apostando por el positivo. Pero el día de la prueba la segunda rayita no apareció. Ese cuadrado blanco nos dolió tanto! Sentí como un rayo me atravesaba y tardé tiempo en reaccionar, incluso me repetí la prueba con uno de los mios.

Allí estábamos, escuchando cómo el doctor nos decía que quería volver a repetir ovo con la muestra de mi marido. Cómo le decíamos que no podiamos mas, que queríamos un ciclo de doble donante y el insistía en la opción que nos daba una y otra vez, sin escucharnos. Cómo le pregunté si había algún tipo de prueba que yo me pudiera hacer por si había algún problema en la implantación y oirle decir que no, no había algo tan determinante y que mereciera la pena. Nos recuerdo a los dos tan tristes sentados en esos sillones, sintiendonos solos, mientras los móviles no paraban de sonar porque mi sobrino acababa de nacer.

Recuerdo que al salir ni sentía ni padecía, rabiaba porque el médico no escuchaba lo que queríamos hacer, porque no nos quedaban fuerzas, porque sentía cada vez más cerca que no iba a ser madre porque nuestro caso no tenía ni explicación ni remedio. Y aún así tener que llamar a mi familia y escuchar como inundados de alegría nos contaban cómo había sido el parto de mi hermana, cómo estaba el niño, lo contentos que estaban todos....

Hace una semana, aproximadamente, estábamos mi marido y yo en la habitación de medio riesgo, viendo a través de una eco doppler a nuestras dos hijas, cómo se movían en el poquito espacio que encontraban ya en su mami y riendonos al ver que una alargaba su brazo y abría su mano con todos sus deditos como saludandonos. Y tras las mediciones pasar al despacho de la ginecóloga, donde se sorprendía de que todo fuera tan bien a pesar de que estas niñas tienen a una madre que no logra engordar, sino que todo el "trabajo" de peso lo están haciendo ellas. Que sólo tenga un poquitito de anemia y me recete hierro aunque sea tan poco....y verla como lo apunta todo en el informe, se quede callada y le diga a la enfermera que le acerque de nuevo los papeles que los va a revisar por si los ha leido bien, porque no se lo creía.

Las dos peques ya están bocabajo ( ya estoy de 32 semanas ). La de arriba que era la más pequeña se ha puesto a mi izquierda y la primera en tomar posición para salir, mas encajada abajo. Mirala ella, habrá cogido dormida la hermana y zas! en un despiste le ha tomado la delantera! Pesa ya 1.523
A la derecha está la mayor en peso, la que estaba abajo, con 1663, la que nos saludó :)

Nos dijeron que las dos estaban bien dentro de los parámetros, que el cordón estaba bien y que se alimentaban estupendamente. Vamos, que nos han dado cita para dentro de un mes y de ahí a monitores. Y yo pensando que iban a ver la cosa complicada y o nos quedábamos o nos darían cita para un par de semanas...

Hace una horas, aproximadamente, mis niñas se pegan unos bailes que ni el Cortés. Las mañanas son mas tranquilas, pero a partir del mediodía, después de comer y las noches me regalan ratos y ratos de movimientos, pases, olas en mi barriga y saludos a modo de patadas. Y a mi se me pasan las horas con la camiseta levantada, para no perderme un detalle de la fiesta que tienen montada aquí dentro. Pensando en cómo ha cambiado todo de un año para acá y fascinada ( y asustada como buena primeriza - novata que soy ) por todo lo que está ocurriendo, tratando de retener en mi memoria estos momentos que no volveré a vivir e intentando imaginar cómo será todo cuando, en vez de mirarme la barriga, no aparte la mirada de mis niñas