Bienvenid@s!

Bienvenid@s a mi lucha, espera, alegrías, lágrimas y esperanzas en mi deseo de ser madre.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Eterna Navidad

¡Se me está haciendo eterna! Los días pasan y parecen que van para atrás en vez de para adelante. Pero..¿¿.tanto dura la Navidad???

Supongo que trabajar en un centro comercial es lo que tiene, que vives rodeada de señores de rojo, elfos y muñecos de nieve sonrientes desde Noviembre y, claro, igual por eso se me hace eterno. Cada día que pasa hay más gente, más niños, más parejitas felices con sus carritos,... y, claro, trabajar cerca de la casa de Papá Noel, y verlo todos los días bajar a las 17:30 y subir a las 20:30 ( que mira que poquito trabaja que bien vive ehhh) pues no ayuda, no señor, porque ves a esas madres llevando en volandas a sus niños a verlo, las colas de padres y niños para entregarle la carta,...y sobre todo, las caritas que se les pone a los peques cuando ven a Papá Noel darles la mano...esas caras no tienen precio,..y esas caras son las que me hacen llorar.

Igual todo este ambiente festivo, que se añade a que nunca me han gustado las Navidades, hacen que esté mas irritable en mi plano personal. Lo pago con mis amistades, lo pago con mi marido, con mi familia y conmigo misma, porque me da rabia todo y todo eso que odio tanto es, irónicamente, lo que quiero para mi.

Hacer un par de días pensé que una tarde peluquería sería infalible: eso me tiene que animar si o si!! Pues no: porque en el sillón de al lado tuve que soportar como una chica le contaba a su peluquera, a la mía, y a esteticién que le hacía la manicura como justo ayer le habían dado el alta de un legrado.

"Yo ya tengo una niña y quería darle un hermanito. Lo he pasado mal, claro, pero bueno, ahora tenemos que pensar si queremos intentarlo otra vez o no, porque no sé,..es que con 35 ya soy mayor y estamos indecisos si ir a por otro" - decía la chica bajo las afirmaciones marujiles del cortejo que la escuchaba atenta como si de un Hola se tratara. Ella me miraba y se extrañaba que no entrara en la conversación, al fin y al cabo mi peluquera también estaba metida. Pero yo la miraba de reojo y me perdía entre los divorcios y las fotos navideñas de la primera revista que tenía frente a mi, porque estuve a puntito de decirle: ojalá yo pudiera decidir si quiero tener otro o no, porque no puedo tener hijos. Si estuviera en tu lugar no tendría otro, tendría seis mas. Pero prefería callar, ignorar el batiburrillo y pasar al secador. Lo que sí le tendría que haber dicho es : 35...mayor?? yo tengo 37 y estoy lozana lozana guapa!!

Me autoconvenzco en pensar cosas buenas que me aporten pinceladas de felicidad. Si no fuera por eso creo que, por ejemplo, hubiera dejado ya un trabajo donde ni se me valora ni me aporta nada, ya que no es lo que estudié. Hace tiempo tomé una decisión y aún hoy no la he llevado a cabo porque necesito el dinero, porque necesito el trabajo. Y eso me hace sentirme fatal conmigo misma, porque cada vez que entro por la puerta a la hora de empezar mi turno me digo a mi misma que no tengo palabra y que soy una rajada.

Por eso intento centrearme en buenos recuerdos, ya que el presente no me acompaña.Por ejemplo, la escapada que hicimos mi chico y yo a Frigiliana, un pueblo pequeñito de la provincia de Málaga. Estuvimos de casualidad en Abril y vimos, en lo alto de una ladera, lo que creíamos una pequeña capilla y dijimos: estaría genial subir hasta allí. Y este lunes pudimos hacerlo.

¿Sabeis donde empezaba el sendero? Justo en la bajada del río, donde me encontré aquel primer chupete. Tras una caminata  de hora y media, agotadora y sintiendo a veces que nos estábamos perdiendo, por fin llegamos arriba. Y allí estaba una cruz, y bajo ella un pequeño altar con numerosos santos, rosarios y oraciones,....y junto a ella el silencio, la paz y la tranquilidad, las maravillosas vistas y unos asientos improvisados donde pudimos tomar nuestros bocatas y par de mandarinas, mirando al mar,....pensando que quizás nuestras vidas eran como lo pasado: un camino tortuoso, difícil, empinado, algo peligroso y, aveces, sintiéndonos perdidos, pero que si se sigue está el final, la calma y la quietud,...y la satisfacción de haberlo conseguido.