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Bienvenid@s a mi lucha, espera, alegrías, lágrimas y esperanzas en mi deseo de ser madre.

sábado, 27 de diciembre de 2014

La carta del pasado para mi nuevo futuro

No sé si recordais que hace un año me escribí una carta a mi misma, y la guardé con el título " No abrir hasta diciembre 2014". Cuando escribí esa carta mi vida pasaba por uno de los momentos mas tristes y a la vez esperanzados de mi vida, ya que veníamos de un ciclo que creimos era el definitivo, de un negativo que nos dolió como mil puñales en nuestro ya cansado corazón, de volver a escuchar una y otra vez lo mismo y sentirnos perdidos, del nacimiento de mi sobrino y de ver la cara de felicidad de toda mi familia, del posible nuevo intento en una nueva clínica,.... Eran tantos los cambios que necesitabamos y tantos los sentimientos que se adueñaban de nosotros por aquel entonces que decidí plasmarlo en una carta para abrirla ahora, y ver si ha cambiado mi vida, si hemos conseguido alguna meta, y si no para que fuera un impulso para que así fuera.

En la carta hablaba de lo mal que me encontraba en el trabajo y que estaba a punto de dejarlo, y me deseaba que todo hubiera cambiado o, al menos, no me encontrara así. Y menos mal que aguanté, porque pude disfrutar de la baja de mi embarazo y ahora mi maternidad sabiendo que mi puesto estaba ahí y podría volver y ahora acoplarlo a mi nueva forma de vida

Hablaba de mi marido, el cual deseaba que siguieramos juntos pasando esas tardes de sofá, pelis y mantitas que tantos nos gustaban. La infertilidad es dura, e influye sin remedio en la relación de pareja. Nosotros, por muy enamorados y años juntos, hemos tenido algunas crisis bastantes serias, en concreto recuerdo dos, y tras ese último negativo no quería que acabáramos echándonos la culpa el uno al otro, pero no ha sido así, y afortunadamente seguimos juntos, felices y comiendo perdices ;)

Pero sobretodo hablaba de mi infertilidad, que esperaba que no me venciera, que deseaba que siguiera luchando y no me hubiera dejado abatir por el negativo. Que ojala esa clínica nueva y esas pruebas nos dieran resultado y ya formaramos una familia....y se me han saltado las lágrimas porque, mientras leía esas líneas, mi hija María dormía a mi lado en el sofá y Alicia reclamaba mi atención agarrando mi dedo para poder dormir su siesta.

Como cambia todo en una año! Que mal estaba entonces, que tristeza, que derrota se había apoderado de mi sin remedio, y buscaba fuerzas de cualquier lado para poder afrontar el nuevo, último, esperanzado, incierto paso en la nueva clínica.

Hoy puedo decirle a la Luna de 2013 que si, que fui fuerte y aguanté en el trabajo y cuando vuelva sé que lo voy a ser mas porque haré todo mis hijas. Que mi marido sigue a mi lado y nuestras vidas se hacen mas entrelazadas a cada segundo que pasa. Que por fin hemos sido padres de dos preciosidades que nos enamoran a cada gesto o mirada que nos hacen derretir de pura felicidad,...y que me alegro de que esa llamada de la nueva clínica llegara a nuestras vidas, y que decidieramos intentarlo una vez mas, y que hicieramos esas pruebas.

La vida te puede cambiar tanto de un año a otro que hoy, leyendo esa carta, he sabido que por muy mal que viera las cosas llega un momento que empiezan a desencadenarse cosas buenas de repente y puedes conseguir tus objetivos. Que hay que luchar hasta que sientas que así lo debes hacer. Si hubiera escuchado a la gente que me decía que parara ya con tantos ciclos, que tenía que aprender a vivir sin hijos,...hoy no tendría a mis niñas balbuceando a mi lado. Que tenemos las fuerzas y a veces están mas escondidas por los traspiés de la vida, pero que hay que ser fuertes, somos fuertes, y al menos luchar, intentarlo, ir a por ello, por los hijos o por lo que necesitemos, porque a veces se nos olvida que podemos intentarlo y que podemos luchar por lo que nosotros queremos por culpa de la negatividad que nos rodea.

Por eso aún mantengo mi cartel en la puerta de la entrada de mi casa, y por eso he llorado con la carta...y por eso hoy me alegro de haber escuchado a mi corazón y haber hecho lo que queriamos y sentiamos.