Tras una caida hay que levantarse

Mi última entrada es del 18 de julio...y parece que han pasado siglos desde entonces!!

Durante estos dos meses (casi tres) he pasado por mucho, y he podido comprobar como hay que aplicarse una frase de la que soy fiel seguidora: Hasta de las cosas mas malas se puede aprender algo. Y así ha sido. Quizás he tenido que subir muy alto, tan alto en mis expectativas, creyendo que esa vez era la buena, que esta caída, como un Ícaro derrotado al suelo, me ha servido para no dar las cosas por hecho porque sí, y que tengo que luchar con todas mis fuerzas si quiero llegar a ser algún día mamá.

Me he refugiado en mi trabajo y he intentado que no afectara el ver tantos carritos de bebés (por dios, hay una epidemia o que??), no os cuento ya cuando los carritos son de los dobles! y eso me ha ayudado a desconectar de tanta aguja.

Mentiría si dijera que no me duele cada vez que me encuentro a una amiga a la que hace tiempo que no veo y me enseñan sus fotos de sus bebes.....porque sé que tras ver la foto vendrá el ¿y tu? y es entonces cuando me tengo que convertir en una actriz de Oscar y decir lo de: "calla, calla...aún no, habrá tiempo mujer!!". Lo que no saben es que, cuando voltean la esquina yo me pongo un poquito más triste y pienso que me hubiera gustado enseñar las fotos a mi también.

Decidimos tomarlas vacaciones como tal, las dos últimas han estado rodeadas de médicos, planificaciones y citas, así que nos dimos un señor viaje,...y aquí estoy, a 1 de Octubre, de vuelta y preparados para ese nuevo intento, con nuestro informe del materno y pensando en el lunes para pedir nuestra primera cita informativa en una de las clínicas privadas.

Sin duda alguna, oir a tu familia y amistades decirte que nos dan el dinero que nos haga falta, hace que me emocione, por sentirme tan querida y porque saben lo importante que es para nosotros ser padres algún día.

Creo que Otoño pinta bonito.