Pasear, pasear y pasear

   Mi próxima entrada iba a ser tras la eco del jueves, sumisa a mis miedos por si algo no fuera bien. "Cuando les vea y me quede tranquila, pensaba, escribo de nuevo"

   Pero estoy harta ya de ir siempre pensando que todo va a ir mal, y recordé cuando nos dieron la beta positiva y llamamos a todo el mundo, ese momento sí que era todo más delicado y decidimos, aún así, contarlo y compartir nuestra felicidad. Y no me arrepiento para nada de haberlo hecho, porque esos momentos, esos días, fueron muy muy felices, ya no sólo por la beta y el positivo, sino por recibir tantísimo amor de familia y amigos.

   He pasado mucho tiempo casi sin salir por culpa de las nauseas, las cuales adoraba pero me dejaban por los suelos y venían cuando querían. Luego, por los miedos: no quería salir a la calle sola por si me daba algún mareo. A lo cual hay que sumarle un pasado pre-embarazo donde siempre me ha agobiado ir sola a los sitios, porque soy muy dada a bajadas de tensión y azúcar y, por culpa de un día que tuve un susto fuerte y me encontraba sola, desde entonces, le tomé pánico a salir sin nadie. Me costó mucho trabajo pero lo superé, con esfuerzo y apoyo de mi pareja, pero estos días, tanto tiempo de vuelta en la casa ( a lo que sumamos el no ir a trabajar ), me estaba viendo que me recluía en la casa y los miedos volvían a mi.

   Así que ayer me fui a pasear a mis niños, durante un buen paseo de cuarenta minutos con sus descansos a la sombrita oportunos, y ese hecho, para mi muy importante, me dio fuerzas para empezar a dejar atrás los " y si,..." Caminaba sin más, sin música, quería dejarme llevar por el ruido de la calle, pensar y compartir todo eso con ellos. Entonces recordé lo mucho que necesitaba esos ratitos de desconectar del mundo, pero esta vez, en vez de intentar olvidar un mal día en el trabajo, pasaba la tarde compartiendola con los pequeños a los que acariciaba sin parar.

   Me encanta pasear, de siempre, pero ahora más, porque instintivamente voy caminando y acariciando a mis pequeños. Voy despacio, yo que antes era una balilla!, pero no me importa, y me encanta los días en los que mi marido puede venir conmigo porque entonces los paseos son mas largos y tranquilos e incluso nos podemos parar a tomarnos unas tapas como hace dos noches.

   Mi barriga aumenta y creo que ya los siento, noto como golpecitos desde dentro como  si me llamaran diciendome: ehhhh estamos aquí!! unos mas cerca del ombligo, otro mas abajo. Los de arriba los noto mas sobre las cinco de la tarde, los de abajo sobre las doce de la noche,....¿serán ellos? 

  Ayer en el sofá los notaba y le puse la mano a mi marido. Nos quedamos mirando y no pudimos decir nada, porque no hacía falta. Nuestras miradas lo decían todo: ¿ eran nuestros niños saludándonos? ¿ nos pedían el postre?

   Los ratos caseros los paso intentando hacer algo en casa y entreteniendome, pero ahora con la calor esos ratos se me hacen eternos, así que he empezado un fotolibro con las ecos y las barrigas. He empezado hace bien poco, pero haciendo las primeras, en las que aparecen mis niños en las fotos de embryoscope, la primera eco donde nos dieron el alta en la clínica,....me emocioné mucho, demasiado diría yo porque me han salido unos textos muy cursis! Ahora mismo siento esos golpecitos y recuerdo ese momento, en el que nos dijeron que tenían dos peques y nos enseñaron la foto antes de la transfe......y de cómo los quería ya con apenas ver esa fotografía.

   Aqui teneis mi foto de 18 semanas :)

   ¡Que ganas tengo de volver a veros!