Mucho tiempo llevaba yo siendo feliz, la sonrisa me acompañaba todo el día! Algo raro en mi, ya os digo que soy muy mía y que no me gusta tratar con la gente, pero oye, era hasta amable y todo! irreconocible!
Pues llegó el lunes y sin más, se me fue la sonrisa, y mira si se me fue que ya ni la veo en el horizonte y las ganas de llorar me han acompañado durante todo el día.
La pasada semana avanzamos bastante en cuanto las analíticas, fuimos al médico de cabecera y me mandó la prueba de la rubeola pero dijo que el grupo sanguíneo de mi marido nanai, que para que quería yo eso si yo era positivo y el positivo noseque al negativo que era el. Yo me vine abajo, porque ya nos tenía hecha la petición, pero hablé mas de la cuenta, nos soltó la negativa y rompió el papel. Pero me dije que para cabezona yo.
Así que nada mas salir llamé al materno para preguntar por las analíticas de cuando hicimos allí los ciclos porque recordaba que nos lo pidieron, y al dia siguiente nos atendieron de una forma maravillosa, rápida y amable, en cinco minutos teníamos las copias donde venía el rh de ambos y el resto de analíticas que, aunque era anticuada ya, igual nos servía.
El viernes por la mañana tuve la entrevista telefónica con la inmunologa y tras media hora me dijo que sospechaba que pudiera haber algo de diabetes, que me mandaría todo por email y un teléfono, donde llamar y que ellos me explicarían mis dudas y como hacerlo, ya que tengo que hacer la analítica aqui y enviarsela a Madrid. Con este minidictamen me he ido viniendo abajo todo el finde. No sé que es peor, que me detecten diabetes o no, me daría algo pensar que he pasado por 5 FIV y que el problema estuviera en una diabetes no controlada! pero y si no...seguiría con el sambenito de "infertilidad desconocida" y no sé que es peor!
Y llegó el gran día,....hoy lunes,...no sé si será porque el frío ha llegado ya. Pero esta mañana tras volver de la analítica de la rubeola llamé al teléfono donde se supone me iban a aclarar mi ultimo paso...y allí no sabían que decirme, ni como explicarmelo. Me hablaban con palabras técnicas y yo les decía que no entendía lo que me preguntaban, que si quería que les enviara lo que me pedía la inmunologa y me responde: si, y ahora te llamo!....y a ti te han llamado??..
Y ahora me veía desbordada, con unas analíticas antiguas, otra a regañadientes, otras por pedir y con el riesgo de que mi médico me mande a tomar viento ( me pide otra completa, curva de glucosa, genética...) y un sitio donde no me informan y no sabía que hacer.
¿ Y que hice? le mandé un email a mi doctora antes de entrar a trabajar, donde le contaba todo mi periplo, que le enviaba adjunto las analíticas y lo que me pedían, y que mis fuerzas empezaban a desfallecer. Que estaba perdida y ya no sabía que faltaba o que no....a las dos se lo mandé y a las dos y media me estaba llamando,y como no respondía me mandó un email para que me tranquilizara y que la llamara por la tarde para hablar. Dejé nota para que me llamara y estuvimos hablando, y ¿que os puedo decir? que esta doctora es un encanto, según me dijo prefería hablar conmigo, y me dijo que no me agobiara, que estas pruebas son muy "pesadas" pero que son para bien. Que ha estado viendo todo lo que me han pedido y que son muchas cosas, pero que seguro que tienen un porqué. Que no me agobie, que si no me contestan que les llame y ellos les llaman, que le pregunte a la inmunologa y que a ver si mi medico me podía mandar todo eso y si no, pues ya buscaríamos donde. Pero que ante todo no quiere verme así, que tenga paciencia, que va a merecer la pena, queme anime. Tras colgar esa llamada sé que hice bien en cambiar de clínica, y sé que hice bien en quedarme con ella.
Mañana llamaré a la inmunologa y al centro de transfusión donde me van a mirar eso tan específico que les tengo que enviar.Hoy he caido otro poco, pero tengo que seguir adelante. Creo que avanzar un paso y retroceder dos, que esto es A y luego sea B y despues no sé si es C me matan, que no paro de pedir papeles, esa diabetes fantasma rondando, ... me están pasando factura.
Y la montaña de papeles que tenemos ya de tantos ciclos, la cual anoche mismo aligeré rompiendo papeles innecesarios, porque cada vez que veía este montón se me partía el alma.
