Aprendiendo de nuevo a ser feliz

Ha pasado mucho desde mi última entrada. También han pasado muchas cosas, que me han montado sin yo quererlo en una montaña rusa.

El mismo día en el que escribí mi última entrada tuvimos un susto. A la noche, cuando me limpiaba justo antes de irme a dormir, empecé a manchar y me asusté mucho, muchisimo! No era mucha cantidad, pero me asusté enseguida. No hacía mas que recordar todo lo que me estaban diciendo y sentí mucho miedo, así que nos fuimos a urgencias al materno.

Recuerdo que mientras esperábamos en el pasillo rompí a llorar porque me dio un sentimiento de culpa terrible, de pensar que no estaba confiando en mis niños y que quizás el destino me estaba castigando. Pero no, ahí estaban, lo primero que nos pusieron fueron sus corazoncitos pum, pum, pum,....fuertes, resonando en la sala, como diciendome: mamá, aquí estamos, no te preocupes! La doctora fue muy amable y me dijo que todo estaba bien, que sería por la placenta y el adiro, que igual manchaba otro poquito que iba a ser normal, pero que si manchaba mucho volvería. Y afortunadamente no he vuelto a manchar.

Recuerdo la vuelta en coche, a las dos de la mañana, tenía el corazón en un puño de sólo pensar que se me iban mis niños, ...que si, igual suena exagerado porque en frío no manché tanto, pero eso me recordó mis tantos negativos y fue como una bofetada para mi. Ahí estaban, claro que si, quizás había sido su forma de decirme que querían estar conmigo.

A la semana siguiente fui al ginecólogo, un hombre muy amable y que te explicaba todo paso por paso. Sé que era de pago y entonces se recrean, pero es el que ha llevado a las mujeres de la familia de mi marido y todas siguen con el encantadas, y entiendo porqué, porque fue todo amabilidad.

Estuvo revisando los papeles, medicación, como fue todo, el parte de urgencias,...y nos hizo una eco, donde nos quedamos muy tranquilos porque nos dio muy buenas noticias:

Los dos están perfectos, de medidas y de su saco, y los dos están igual de grandes, hay apenas un milímetro de diferencia así que ya veis. Nos comentó que todo iba perfecto, que era como mandado a hacer, como si fuera un embarazo de uno de método natural, así que me relajara porque estaban la mar de agusto. En esta eco ya le pudimos ver la forma de anguilita...madre mía, desde aquellos dos puntitos blancos!

Esta visita y vuestros comentarios me han ayudado mucho, porque creo que, como dice el título de esta entrada, tengo que volver a aprender a ser feliz. Son muchos años, demasiados! buscando un hijo, y hemos pasado por tanto, han sido tantos negativos, tanto dolor, tanta rabia, tantas lágrimas,.....que creo que se me olvidó ser feliz.

Ahora tengo que apartar de mi el miedo, y empezar a disfrutar de estas dos pequeñas vidas que crecen en mi, porque si, porque como decís vosotras van a estar agusto y felices, porque puedo con este embarazo porque se me va la vida la vida y el alma en ello. Tengo ganas de que se me note algo de barriguita, tengo ganas de remodelar el cuarto del ordenador, de ir de compras, .....tengo ganas de sonrerir cuando pase por los escaparates de bebes, y no ignorarlos como antes hacía.

Esta mañana hemos estado en riesgo de embarazo, donde nos derivaron tras el incidente de urgencia, y me mantienen en medio riesgo. Entre las nauseas que no me dejan ser persona       ( pero yo encantá, vamos, potando y feliz, si señor, con dos pares jeje ) y dos días de gastroenteritis que me he pasado he bajado de peso, pero la doctora no lo ha considerado importante.. Me ha mandado unas pastillas naturales de jengibre para las nauseas, a ver como me sientan, echo de menos tener hambre,...con lo que yo comía!!

Y allí estaban mis dos trocitos de vida, tan tranquilos, tumbados como si estuvieran en una hamaca de la playa, se ve que notan ya el calor jejeje. Sus medidas correctas y sus fuertes latidos resonando que nos daban la vida. Uno de ellos, el de arriba, que se ve que está mas agusto porque está mas "desahogao"en la eco empezó a mover el brazo y nos reímos porque parecía que saludaba jajaja y a mi marido se le escapó : " uy, pero si se mueve!".....la cara de la medico lo decía todo....pues claro, jomio, pos claro jajaja

Me voy tranquilizando, ya estoy de nueve semanas, mis niños se están poniendo grandes y tienen muchas ganas de quedarse conmigo,.....y yo les hablo a todas horas y, cuando estoy en el sofá, me pongo la mano en la barriguilla, por si acaso lo notan. Prometo cuidaros y creer en vosotros, tengo que ser fuerte y pensar que todo va a ir bien a pesar de lo que me diga la gente. Como decís, la gente es muy cruel cuando ve felicidad a su lado, y hasta entonces en el trabajo me machacaban con comentarios sutiles hacia mi, pero ahora que se están metiendo con mis niños,....y eso no!