Pequeños momentos del dia

Os invito a entrar durante 2 minutos 25 segundos en un trocito de mi vida, de cualquier dia, camino del trabajo, el cual solvento, como un caballero con su espada frente a los dragones que le acecha, con música y canciones que me acompañan en mi trayecto, unos veinte minutos, en los cuales, por extraño que parezca, me apetece escuchar un tipo de canciones a la ida que a la vuelta.

Esta canción que comparto con vosotras me gusta escucharla a la ida. Os recomiendo darle al play y, mientras suena, acompañarme en el asiento del copiloto en este breve viaje:

Otro dia mas camino del trabajo. Otra rutina, otra ida forzada, otra vez mas.

Disfrazarme de sonrisa, pintarme alegria, ponerme el uniforme de simpatía,

aunque lo que quiera es llorar, llorar y llorar hasta desaparecer de aqui,

lejos, bien lejos,,...aunque a veces es inutil huir.

Otro semáforo en rojo me para de nuevo, otro cartel más de mi nueva clínica, 

que anuncia orgullosa su nueva apertura.

¿Cuando llegará ese dia? 

¿Cuando podré decir que soy mamá?

Sigo un camino memorizado hasta la saciedad, ida y vuelta, seis dias  a la semana..

sé de memoria las duraciones de los semáforos, 

incluso diría que reconozco a gente que sólo sé de cruzarnos a diario.

Veo a las mamás pasar con sus carritos, entrar a las guarderías que hay en mi camino

y pienso que algún día haré este mismo camino pero tendré que parar a dejar a mi peque.

Y que entonces quizás no esté tan triste en mi trabajo,

porque sé que cuando salga, cuando guarde mi chapa con mi nombre,

volveré a sonreir porque sé que voy a por ti, mi pequeño tesoro.

Una vez en la autovía subo alto, alto, alto,...y veo la costa, y el mar allí abajo.

A veces mi turno cambia y puedo ver atardecer mientras voy  a trabajar.

El cielo se tiñe de rosa, parece que las nubes se vuelven algodón de azúcar.

Como me gustaría poder contarte estas pequeñas cosas,..

tengo tantas ganas de que llegues, tengo tanto, tantísimo que contarte....

Hay tantas cosas que imagino a tu lado, el sentirte dentro de mi, el simple hecho de verte dormir.

Esta mañana ni papá ni yo hemos trabajado y nos hemos levantado tarde.

Y he imaginado el dia en el que esto ocurra de nuevo,

y escuchemos unos pasitos, tus pasitos, venir a toda prisa por el pasillo,

y estar toda la mañana allí los tres, refugiados del frío bajo el edredón,

los dos junto a ti, mi dulce trocito de vida.

Tengo ganas de que nos llenes el salón de juguetes, de ir a comprarte ropa,

de ponerte las películas que tu papá y yo veíamos de pequeños,

de que nos llenes la cara de besos, porque nosotros te los devolveremos por millones.

Paro el motor, he llegado a mi destino. Cierro el coche, subo las escaleras mecánicas con desgana.

Saludo como todos los días al guarda de seguridad,...otro día mas...