Que mejor momento para decirlo: Yo También soy infertil

Miraba el teclado, desafiante, tengo que escribir la entrada sobre mi último negativo, tengo que sacarlo dentro de mi, que salga, que desaparezca ya. Me hacía la remolona y que mejor manera de ir a visitar los blogs que sigo, es como ir a las casas para ver que tal la vida, cómo van las cosas.

En muchas de ellas, he podido ver como la entrada era la misma : Yo también soy infertil. Y leyendo cada una de ellas, creo que si, que me uno a todas vosotras, que ha llegado ya el momento de quitar esa venda, de mentir, de dar rodeos, de no decir nada mientras tienes que aguantar el " en cuanto te relajes te quedarás".

Yo conocí a mi marido hace ya 13 años. Viviamos en ciudades separadas y pesar de todo nos enamoramos, sin remedio y con locura, como todo lo bonito de la vida. A los nueve meses (que ironía) ya estábamos viviendo juntos. Hace 8 empezamos a buscar, aquello de, si viene pues genial, pero como nos pilló en un periodo de cambios y mudanzas pues no le dimos mucha importancia, fuimos la médico por puro trámite y ese dia, hace ya 5 años, empezó nuestra lucha por ser padres.

Nos mandaron directamente a ICSI, claramente masculino, nos decían, y en la primera por la Seguridad Social, tuve un químico, bastante decepcionante, porque la enfermera me dió hasta la enhorabuena a pesar de la beta tan baja que tenía. La odiaré de por vida, porque no reconoció su error, Al verme huía y se escondía en algun despacho. Con un lo siento me hubiera bastado.

Pues entonces a la segunda tiene que ser: error. Negativo. Y me pusieron de patitas en la calle, con un simple papel donde se resumía en apenas unas líneas dos años de lágrimas, sufrimientos, pinchazos, reposos y miedos. Puta vida.

El la clínica va a ser distinto, ya verás! la tercera tampoco dio resultado. Todo seguía igual. Muchos foliculos, muchos fecundaban, todos o casi todos se paraban. Beta 0. otro 0 para nuestros corazones.

Un test mixto en vuestra solución, con el de tu marido y un donante, así descartamos! Pues no, los de mi marido salen mejores que los del donante y me ponen los de el. Un nuevo negativo. Otro puñal a nuestro corazón.

Ovodonación: tu solución. está claro! Ya verás, una donante idónea para ti! con fertilidad comprobada, es mas tenemos hasta para elegir! Todos vuelven a pararse,....pero esto que es?? Bueno, hay uno genial! Otro casi casi,.... pero ninguno se queda conmigo.. Un quinto negativo.

Llega un momento en el que paras en seco tu vida. Que estás pasando? tus amigas se quedan embarazadas cuando lo planean, una que se queda sin querer, otra que se queda porque es lo que toca en la vida, otra que bueno, otro mas y ya está,.....y tu ahí, con 5 negativos, cientos de pinchazos, tratamientos, hormonas, pruebas, ilusiones, lágrimas y ya casi sin fuerzas.

¿y tengo que fingir que no pasa nada? Pues NO. Como dice otra bloguera, esto es una mierda. Y estoy harta ya de que cuando me pregunten: y tu para cuando? tenga que poner excusas de que ya habrá tiempo, que ya veremos, y tener que cambiar de tema. No, Y tu para cuando? pues eso quiero saber yo, Soy infertil y llevo ya 5 in vitro,....así que yo también quiero saberlo.

La infertilidad te crea un muro que te aparta de todo y de todos, y lo peor es que no te das cuenta hasta que un día intentas levantar la mirada y no puedes ver el sol. No quedas con las parejas que tienen niños porque ves cómo son felices siendo padres, no quedas con embarazadas porque odias con todas tus ganas cómo se quejan de que tienen los pies hinchados o la barriga les da mucha calor. Y te vas aislando, y la pena te consume,.....

Las relaciones sexuales con tu marido, que un día pasaron de ser espontáneas a programadas ( aunque no queramos admitirlo ) pasan a un segundo plano, porque ya, sin querer, asocias sexo al intento de tener un niño, las hormonas te hunden, la pena te pisotea,....y muchas parejas caen en todo este proceso.

Este último negativo ha sido distinto a todos. Aún no he llorado, y no sé que pensar. Un maravillosa bloguera dice que es porque me he hecho fuerte. Quizás, pero me da miedo pensar que pueda llegar a acostumbrarme a los negativos. Quizás es así, y me he hecho fuerte, tanto como para aceptar y decir en voz bien alta: Soy infertil